8Jun

¿Qué es Glomus iranicum var. tenuihypharum y por qué es mejor que otros hongos formadores de micorrizas?

Hay quienes se han referido a él como el ‘súper hongo’. Se descubrió en un lago hipersalino con unas condiciones extremas situado en la Región de Murcia, España. Allí, donde se suponía que nada podría sobrevivir, crecía una planta del género Limonium. ¿Cómo podía ser que esta planta prosperara en esas condiciones tan adversas?

Así fue como encontramos a este hongo micorrízico arbuscular, que estaba conectado a las raíces de la planta. Las hifas de este hongo, una especie de sistema radicular del propio hongo, parecían no sufrir los efectos nocivos de la salinidad y podían seguir absorbiendo agua y nutrientes, los cuales intercambiaba con la planta. Esto permitió a la planta Limonium sobrevivir a pesar de las condiciones extremas.

El hongo descubierto era el denominado Glomus iranicum var. tenuihypharum, un Hongo Formador de Micorrizas Arbusculares (HMA) que acabaría siendo patentado por Symborg como la primera y única especie depositada como patente bajo el Tratado de Budapest para su uso como bioestimulante.

A partir de él, en Symborg desarrollamos una gama de soluciones bioestimulantes que pusimos a disposición de los agricultores para ayudarles a hacer frente a los retos agrícolas de hoy día y conseguir cultivos más productivos, rentables y sostenibles.

Doce años más tarde, esta gama cuenta con miles de experiencias agronómicas en todo el mundo que han demostrado su eficacia para conseguir cultivos extraordinarios.

Pero ¿cómo funciona el hongo Glomus iranicum var. tenuihypharum y qué lo diferencia de otros hongos formadores de micorrizas? Te lo contamos todo a continuación.

 

 

¿Qué es Glomus iranicum var. tenuihypharum?

Glomus iranicum var. tenuihypharum es una especie exclusiva de Hongo Formador de Micorrizas Arbusculares (HMA) que establece una relación simbiótica con la planta, es decir, crea un vínculo de mutuo beneficio en el que el hongo proporciona a la planta agua y nutrientes a cambio de azúcares derivados de la fotosíntesis. En este proceso, se estimula el crecimiento del sistema radicular y se aumenta la actividad fotosintética de la planta. Además, la simbiosis micorrízica permite a los cultivos aumentar la captura de CO2 y hacer un uso más eficiente del agua (WUE) y los nutrientes (NUE).

La simbiosis comienza cuando el hongo se introduce en las raíces de la planta a través de los pelos absorbentes. Entonces, se establece en las células vegetales formando arbúsculos, unas estructuras donde el hongo intercambia el agua y nutrientes por azúcares.

Para su propio crecimiento, el hongo desplegará una red de hifas externas a la raíz, el micelio extramátrico, capaz de absorber agua y nutrientes y transportarlos hacia el arbúsculo.

Además, el hongo es capaz de modular las auxinas, las hormonas responsables del crecimiento radicular, para aumentar la cantidad de pelos absorbentes y que el hongo pueda formar nuevas conexiones y seguir creciendo. Esto para la planta es tremendamente beneficioso porque así, incrementará su propia capacidad de exploración del suelo.

Por su parte, la planta es capaz de aumentar la fotosíntesis para generar más azúcares que intercambiar con el hongo y continuar así este ciclo de simbiosis beneficiosa. Una mayor fotosíntesis también permite a la planta obtener recursos extra que dedicará a generar más producción, consecuencia de la mayor cantidad de CO2 convertida en fotoasimilados.

El resultado serán cultivos extraordinarios: cultivos extra eficientes, capaces de aprovechar cada gota de agua y cada gramo de nutriente, cultivos extra resilientes, capaces de tolerar mejor los estreses abióticos (como el estrés hídrico y las sequías, las temperaturas extremas o las altas condiciones de salinidad), y cultivos extra rentables, capaces de aumentar su producción, el número de frutos y peso y mejorar los parámetros de calidad de los frutos (calibre, grados brix, contenido nutricional y conservación).

 

¿Por qué no todas las simbiosis micorrízicas son iguales?

Glomus iranicum var. tenuihypharum posee características únicas y exclusivas que lo diferencian de otros hongos formadores de micorrizas y que logran el máximo nivel de simbiosis micorrízica.

La primera de ellas es que sus esporas son pequeñas (diámetro de 5-30 micras) y externas a la raíz. En concreto, la esporulación la realiza en el exterior de los pelos absorbentes, por lo que ni los obturan ni los rompen por acumulación como ocurre con otros hongos micorrízicos, evitando un gasto de energía para la planta en formar nuevos pelos absorbentes.

El segundo aspecto que hace a Glomus iranicum var. tenuihypharum diferente es la abundancia de hifas exploradoras del suelo. Este hongo puede producir hasta 4 veces más de micelio extramático que otros hongos formadores de micorrizas. Se trata de una ventaja competitiva fundamental para que la planta aumente la capacidad de absorción de agua y nutrientes.

La tercera y última ventaja es que el hongo exclusivo de Symborg cuenta con una elevada resistencia a condiciones salinas, siendo capaz de desarrollarse en suelos con valores de hasta 6 dS/m y pH 4-9. Esto asegura una mayor tolerancia a la salinidad producida por el uso continuado de fertilizantes que otros hongos formadores de micorrizas.

 

Simbiosis micorrízica entre el hongo formador de micorrizas Glomus iranicum var. tenuihypharum y las raíces de la planta.

 

 

 

¿Dónde se encuentra Glomus iranicum var. tenuihypharum?

Nuestra grama de bioestimulantes basada en Glomus iranicum var. tenuihypharum cuenta con 4 soluciones de eficacia demostrada.

La primera es MycoUp, un bioestimulante basado en Glomus iranicum var. tenuihypharum testado en una amplia variedad de cultivos y muy efectivo en todo tipo de suelos, especialmente en aquellos afectados por altos niveles de salinidad.

MycoUp 360 está compuesto por Glomus iranicum var. tenuihypharum y nuestro complejo 360, que cual desarrolla y fortalece el sistema radicular además de promover poblaciones de microorganismos beneficiosas. Esta solución permite el desarrollo óptimo de la planta incluso en presencia de nemátodos.

Por otro lado, tenemos Resid HC, un bioestimulante desarrollado para el recubrimiento de semillas de cultivos extensivos.

Y, por último, Resid MG, un bioestimulante especialmente desarrollado para cereales con una formulación concentrada microgranulada de 1 mm de diámetro de grano. Resid MG se aplica en la siembra con un sistema mecanizado de dosificación para microgranulados.

 

¿Tú también quieres conseguir cultivos extraordinarios? Descubre ya estas soluciones: