21Mar

Cómo aprovechar cada gota de agua para conseguir cultivos más eficientes

El sector agrícola se enfrenta a un reto mayúsculo: partiendo de un consumo actual del 72 % del agua dulce disponible, para el año 2050 los productores deberán además aumentar un 60% la producción para alimentar a una población mundial que ascenderá a 9.000 millones de personas. ¿Cómo podemos aunar la seguridad alimentaria, el crecimiento económico y el uso sostenible de los recursos de agua?

En Perú y Chile, se sufren sequías de manera frecuente y los agricultores y productores están sujetos a dotaciones de agua que limitan su uso para la agricultura. España, por ejemplo, se sitúa entre los 44 países con niveles más altos de estrés hídrico, lo que significa que cada año se consume más del 40% del agua disponible. En lugares como Australia, incluso existe el concepto de derechos de agua.

La realidad es que las condiciones de sequía, cada vez más frecuentes e intensas, pueden traer consigo estrés para los cultivos, con pérdidas de hasta el 15% en la productividad. Un dato: solo un 1 grado más de temperatura media disminuye entre en 4 y un 10% el rendimiento de los cultivos.

En el caso de cultivos hortícolas como el tomate o el pimiento, de riego diario y donde se lleva al límite el potencial productivo, cualquier tipo de estrés hídrico tiene un gran impacto en la producción y calidad de los frutos.

En otro tipo de cultivos, como los leñosos, también podemos llegar a observar el impacto directo del estrés hídrico, con pérdidas muy importantes del rendimiento.

 

¿Cómo mejoramos la eficiencia en el uso del agua?

Ante esta escasez de recursos hídricos, entran en juego diferentes estrategias que nos ayudan a incrementar la eficiencia de los cultivos, como por ejemplo nuevos sistemas de riego, herramientas tecnológicas que permiten conocer con exactitud el agua que requiere el cultivo o la mejora vegetal, con plantas más resistentes a la sequía.

Es cierto que todas estas herramientas proporcionan resultados. La mejora en la eficiencia del uso del agua en la agricultura ha mejorado un 8% en tres años según el análisis realizado por la FAO en 166 países. De hecho, esta organización mundial calcula que las tierras de regadío aumentarán un 34% hasta 2030 en los países en desarrollo y, en cambio, el agua utilizada en la agricultura se incrementará solo un 14% gracias a un uso más eficaz.

En cambio, en Symborg queremos ir más lejos, y por ello buscamos soluciones que permitan utilizar aún mejor los recursos ya existentes de forma sostenible para el planeta y que, a la vez, sean rentables para el agricultor. ¿Cómo lo hacemos? La respuesta es sencilla y está en la naturaleza: con biotecnología basada en microorganismos.

Gracias a las soluciones biotecnológicas, favorecemos que las raíces de los cultivos aprovechen mejor los nutrientes y la disponibilidad de agua ya existente en el suelo, consiguiendo cultivos más eficientes, más productivos y, en consecuencia, más rentables.

 

Las herramientas: el papel de los microorganismos ante la escasez de agua

¿Qué respuestas puede ofrecer el suelo ante una agricultura con escasez de agua? Existen microorganismos beneficiosos, cepas caracterizadas y seleccionadas que, por sus características exclusivas, nos permiten aumentar la eficiencia de los agrosistemas y que ayudan a la planta ante una situación de estrés abiótico.

Este es el caso del Hongo Formador de Micorrizas (HMA) Glomus iranicum var. tenuihypharum, principal componente de varios de nuestros bioestimulantes. Esta cepa exclusiva de Symborg establece una relación simbiótica entre la planta y el hongo, o lo que es lo mismo, una relación de mutuo beneficio en la que el hongo proporciona a la planta agua y nutrientes, y a cambio, la planta le proporciona al hongo azúcares derivados de la fotosíntesis que le ayudarán a completar sus ciclos metabólicos.

Hay que tener en cuenta que una planta sometida a estrés hídrico reducirá su crecimiento. En ese sentido, la simbiosis micorrízica no solo va a ayudar a los cultivos a seguir desarrollándose mediante un uso más eficiente del agua y los nutrientes, sino que también aumentará la resiliencia frente a las condiciones climáticas adversas.

La simbiosis micorrízica no se queda meramente en un intercambio de recursos. Por un lado, Glomus iranicum var. tenuihypharum incentiva el aumento la fotosíntesis de la planta para recibir más azúcares y así poder seguir creciendo y proporcionar aún más agua y nutrientes.

Por otro lado, también es capaz de modular la concentración de auxinas de la planta, responsables del crecimiento de las raíces y pelos absorbentes, lo que permite a la planta seguir creciendo, aumentar la cantidad y longitud de sus raíces y formar más conexiones con Glomus iranicum var. tenuihypharum.

 

Plantas que acceden a más agua y nutrientes

Gracias a esa mayor cantidad de raíces y pelos absorbentes que mencionábamos, la planta tendrá una mayor capacidad de exploración del suelo, lo que supone una mayor absorción de agua y nutrientes.

También hay que tener en cuenta el propio sistema de absorción del hongo: un conjunto de hifas que están constantemente explorando suelo y que recibe el nombre de micelio extramátrico. Una de las características exclusivas de Glomus iranicum var. tenuihypharum es que es capaz de producir hasta 4 veces más de micelio extramátrico que otros hongos formadores de micorrizas.

De hecho, por cada metro de raíz podemos obtener entre 7 y 250 metros de hifas exploratorias. Además, las hifas tienen un tamaño muy reducido, por lo que son capaces de acceder al agua y nutrientes que se encuentran en los microporos del suelo y que, de otra manera, serían inaccesibles para la planta.

Glomus iranicum var. tenuihypharum también mejora la Capacidad de Intercambio Catiónica (CIC) del suelo a través de la glomalina, una especie de “goma” que actúa como pegamento estructural del suelo y ayuda a la formación de agregados estables.

Esto significa un suelo de calidad, poroso y aireado, con mayor capacidad de retención de agua y, a la vez, evitamos lixiviación de nutrientes.

El hongo formador de micorrizas Glomus iranicum var. tenuihypharum no solo logra una mayor eficiencia en el uso del agua gracias a la creación de un sistema de absorción de agua complementario con un menor coste energético para la planta, sino que también aumenta la cantidad de agua disponible para la planta lo que, en definitiva, aportará más beneficios al agricultor.

En definitiva, con las soluciones bioestimulantes basadas en Glomus iranicum var. tenuihypharum, como MycoUp o MycoUp 360, proporcionamos a los productores herramientas que mejoran la eficiencia del uso del agua y contribuyen a la rentabilidad y la productividad de los cultivos, todo ello siendo respetuosos con el medioambiente.

 

¿Tú también quieres conseguir cultivos más eficientes con un mejor aprovechamiento de agua y nutrientes? Descubre aquí nuestras soluciones: